La clase dominante, afirma el autor, «en materia de inmigración o multiculturalismo ha remitido a los análisis de un mundo mediático-universitario (la mayoría de las veces) originario del mundo de arriba y (siempre) llevado por un fuerte desprecio clasista. Estos expertos autoproclamados e investigadores adheridos al modelo dominante han elaborado representaciones caricaturizadas de unos medios populares que, según ellos, estarían listos para reactivar las horas más oscuras de la historia. Así, las representaciones de salón de la inmigración y del multiculturalismo se han impuesto, representaciones que no tienen en cuenta la realidad de la inestabilidad demográfica y de la inseguridad cultural que esta inmigración y multiculturalismo generan en los entornos populares».
Sin embargo, dirá más adelante, «la actitud moral del mundo de arriba no convence ya a nadie. La desconfianza de las clases populares hacia los medios de comunicación, el mundo académico o el de los expertos anuncia el fin del magisterio de los pretenciosos». Hoy en día las clases populares están hartas de las lecciones de moral de los millonarios que, mientras predican la apertura y la diversidad, no dejan de reforzar su exclusivismo. Cada vez más, «la instrumentalización del inmigrante y los pobres por la clase dominante, el mundo del espectáculo y una parte del mundo intelectual (…) se muestra como lo que es: una escenificación indecente que trata de ofrecer a la nueva burguesía un barniz social en un momento en que está abandonando el bien común».
Christophe Guilluy. No society. El fin de la clase media occidental (No Society, 2018). Madrid: Taurus, 2019; 218 pp.; trad. de Ignacio Vidal-Folch; ISBN: 978-84-306-2283-2.