El autor explica en el prólogo que sólo pretende narrar lo que vivió y que no es su intención realizar juicios políticos. Así actúa en su relato, que respira la veracidad de quien cuenta las cosas tal como las siente y las ve, y de quien no esconde la ignorancia que tenía entonces de las realidades del mundo en el que vivía. Además, aunque la historia está bien escrita, su fuerza se deriva de que no hay propósitos de armarla ni de darle color literario; incluso cabría señalar que la bondad y la fe del narrador, así como la distancia de los hechos, le llevan a mirarlo todo con altura infrecuente.
Plácido Gil. Un adolescente en la retaguardia. Memorias de la Guerra Civil (1936-1939) (2006). Madrid: Encuentro, 2006; 213 pp.; col. Memorias; ISBN: 84-7490-778-0.